Señor y Dios míos, hoy me presento delante de ti con todo los que soy y todo lo que tengo, porque todo es tuyo.
Te pido Padre Santo que seas tu tomando mi mente, miradas, palabras, corazón y vida, toma todo mi ser, Sáname, límpiame y libera saca de mi todo lo que no sea tuyo llévatelo lejos y destrúyelo para que nunca más vuelva a mí.
Déjame como un vasito nuevo, para ser llenado por tu Divino Espíritu Santo, llena de ti, lléname de ti.
Tu Virgencita María derrama sobre este vasito todas tus virtudes (Fe, esperanza, la caridad, humildad, la paciencia, la perseverancia, la obediencia, el silencio.
Tu mi amado San José regáleme todos tus dones y carismas.
Derrama Señor una gota de tu preciosísima sangre sobre mi vida y purifícame para ti
Que sea tu Mi Jesús Amado derramando una gota de tu preciosísima sangre sobre este hogar y alrededor de él y purifícalo, purifica todas las personas que lo habitan.
Que seas tu mi Jesús Amando, limpiando con tu santo hisopo el prisma de nuestra alma hasta que quede blanca como la nieve para que sea tu luz, el reflejo para todas las personas que lo necesitan.
Limpia con tu santo hisopo nuestra armadura santa hasta que quede tan blanca como la nieve para que seamos luz para el mundo entero,
Que seas tu Virgencita María llegando con tus Ángeles Custodios y Guardianes posándolos en las cuatro esquinas de este hogar y que sean Gabriel, Miguel y Rafael los vigilantes de puertas, ventanas y entrada de este hogar.
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